No lo niego, lo afirmo. El blanco me pone, y mucho. Si por mí fuese, iría vestido de blanco todos los días, aún en invierno. Cuando veo a alguien vestido de blanco, mi atención se centra en ello; me pierde.
No hago más que pensar en la cantidad de cosas que pueden hacerse sobre las diferentes telas blancas de los trajes, los pantalones, los uniformes. Es lo primero que pienso cuando me encuentro frente a un hombre con ropa blanca.
Por casualidad, navegando por la red, hallé estos tres modelos, cuyo nombre no recuerdo ni tampoco me interesa. Solamente me interesa lo que llevan puesto.
Abrid vuestra imaginación y pensad qué se podría hacer con esta ropa blanca. A mí ya se me están ocurriendo varias opciones y me pongo a cien solamente con pensarlo.
No hago más que pensar en la cantidad de cosas que pueden hacerse sobre las diferentes telas blancas de los trajes, los pantalones, los uniformes. Es lo primero que pienso cuando me encuentro frente a un hombre con ropa blanca.
Por casualidad, navegando por la red, hallé estos tres modelos, cuyo nombre no recuerdo ni tampoco me interesa. Solamente me interesa lo que llevan puesto.
Abrid vuestra imaginación y pensad qué se podría hacer con esta ropa blanca. A mí ya se me están ocurriendo varias opciones y me pongo a cien solamente con pensarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.